San José Padre de Jesús
José de Nazareth es uno de los santos más longevos de la Iglesia Católica y de la Cristiandad en general. Sin embargo a lo largo del tiempo ha sido menos relevante que Jesús y María, con quienes forma la Sagrada Familia, por lo que se le conoce como el santo silencioso. San José fue un hombre justo.
San José ha sido reconocido a lo largo de los más de dos mil años de la Iglesia Católica como un referente de la paternidad y santidad, algunas veces por una persona como Santa Teresa de Ávila, otras por alguna congregación femenina o masculina o por algún Papa, como San Juan Pablo II que le dedicó una exhortación apostólica.
Es considerado un patrono de la Iglesia Universal.
Vida de San José
San José es José de Nazareth, que según la Biblia fue el esposo de María, la Santísima Virgen y el padre putativo de Jesús. Nació en es ciudad del hoy estado de Israel, en la nación judía, pueblo al que pertenecía, en aquella época a las personas se les identificada por su nombre y el lugar donde habitaban o habían nacido.
Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento y de su muerte, sin embargo en los evangelios que narran la vida y obra de Jesús en la Tierra, cuando Jesús comienza a predicar no se menciona a José su padre, por lo se considera que ya había fallecido.
Al ser María concebida por el Espíritu Santo para que fuera madre de Jesús, San José de forma humilde y decidida aceptó la voluntad de Dios y fue el padre de Jesús, aunque no biológico sí en todas las demás formas en que se puede ser padre.
San José fue un esposo y padre fiel que aceptó su papel de manera firme y decida y apoyó en todo momento a María y a Jesús, pero de manera sencilla, mesurada y sin relevancia (o sin buscar protagonismo), por eso, muchos fieles lo ven como secundario frente a los otros 2 miembros de la Sagrada Familia. Cuido de la enseñanza de Jesús y le enseñó el oficio de artesano y carpintero que él desempeñaba.
Además de cuidar la integridad de su familia, como se da cuenta en el evangelio que narra la huida a Egipto para evitar el sacrificio de los pequeños en aquellos tiempos por parte del rey Herodes.
